Es un documental basado
en los niños que viven en Calcuta. Una fotógrafa norteamericana atravesó el mundo para comenzar un proyecto fotográfico
en el que al final se convirtió en la “Tía” y en la esperanza de los niños de
Calcuta. Zana Briski compró cámaras análogas, juntó a
todos los niños que pudo y se dedicó a
dar clases de fotografía. Todos sus estudiantes
eran menores de 15 años, vivían en un
burdel en situaciones precarias por la pobreza, la disfuncionalidad familiar o
la violencia, así que sublimaban todos sus problemas en la fotografía. Zana les
dio una gran oportunidad de crecimiento
y sobre todo de apoyo y amor. Durante varios meses estuvieron trabajando en sus
fotografías hasta que llegaron a ser suficientemente buenas para ser expuestas
en Nueva York y en un museo en Calcuta donde asistió prensa de alrededor del
mundo. La fotógrafa luchó duro para conseguir un grado de escolaridad en los niños,
hasta que logró conseguir lugar para unos 10, los cuales al principio y después
de mucho convencimiento de sus padres accedieron a ir, pero desgraciadamente
solo 3 persistieron con sus estudios. Es impresionante la labor que logró la fotógrafa,
sin embargo es muy difícil cambiar las
costumbres y tradiciones en un país radical de oriente, las niñas nacieron con
la mentalidad de ser prostitutas y eso es lo que aspiran a hacer. Pese a todo
Zana descubrió muchos talentos y logró darles una mejor calidad de vida a unos
cuantos niños, pero sobre todo (aunque sea solo durante la clase de fotográfica)
les pintó una sonrisa a esas caritas tristes. Definitivamente es un documental
que te hace reflexionar sobre tus sueños, que no seas indiferente a los
problemas sociales que hay a tu alrededor, que salgas pintes una sonrisa, des una mano apoya a quien lo necesita, no es
necesario irse hasta Calcuta para ayudar tenemos suficientes problemas sociales
en el país, sacúdete la indiferencia y regala una sonrisa.
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Estudiantes de Zana |
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Fotografía tomada por una alumna |
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